lunes, 27 de enero de 2014

Adiós a nuestras palmeras: la amenaza del picudo rojo

Adiós a nuestras palmeras: la amenaza del picudo rojo

En mi ciudad (Vinaròs, Castellón), ya lleva tiempo que las palmeras no son las mismas. La cosa comenzó hará medio año o así y para cuando quisimos darnos cuenta prácticamente todos estos árboles del término estaban afectados.


Éste es al aspecto que presentan las palmeras enfermas (ya en fases muy avanzadas). Comienza con las hojas de la base volviéndose marrones/grises y muriendo, y acaba afectando a toda la copa. Finalmente todas las hojas se desprenden y la palmera muere irremediablemente. 


El "culpable" de esta muerte masiva de palmeras es Rhynchophorus ferrugineus, más conocido como el picudo rojo. Este llamativo y, hay que admitirlo, bonito coleóptero es la causa de esta plaga en las palmeras, una de las especies de flora más característica de la costa levantina. La plaga se inició en 1994 en Granada, pero en los últimos años se ha extendido de forma masiva a Murcia, Baleares, Comunidad Valenciana y sigue avanzando por el norte hacia Cataluña.

FUENTE: http://menorcaaldia.com/wp-content/uploads/2013/10/picudo_rojo1.jpg

La fase adulta del picudo no es especialmente agresiva con las palmeras, sino que son las larvas las culpables. El adulto deposita los huevos en las palmeras y las larvas que emergen son voraces hasta el límite de consumir la planta, llevándola a una muerte inevitable. 


Allá a donde uno vaya del término municipal, las palmeras están o muertas o con la copa repleta de hojas marchitas (en especial las de la parte inferior). No es algo raro siendo que por lo visto estos escarabajos pueden volar hasta 5 kilómetros de una sentada. En los términos municipales adyacentes sucede exactamente lo mismo, más grave cuanto más al sur. 

Según el periódico Levante, el Ayuntamiento ya está aplicando medidas, aunque aparentemente sin éxito (FUENTE: http://www.levante-emv.com/castello/2013/11/27/vinaros-pierde-palmeras-pese-tratamiento/1054961.html), habiéndose perdido ya varias palmeras del paseo. En mi humilde opinión, el problema se está subestimando porque no he visto ni una sola palmera sana del género Phoenix en todo el término municipal. 

Por lo visto, en ningún sitio las medidas paliativas son efectivas. Por ahora lo único que parece ayudar es arrancar la planta afectada tan pronto se detecte la plaga para evitar su dispersión. En algunos casos ya se ha procedido a talar las copas afectadas, pero la plaga ya se ha extendido.

No estaría de más prestar atención a las palmeras del entorno por si alguna está recientemente afectada o solo muestra signos incipientes, pues quizá algo podría hacerse.