lunes, 15 de septiembre de 2014

Ser voluntaria en una protectora de animales (o cómo enriquecer el alma)

Ser voluntaria en una protectora de animales
(o cómo enriquecer el alma)

Servidora con "Nala"

Hará casi diez meses desde que me hice voluntaria de la protectora local de animales, El Cau, una de las pocas cosas que me ha mantenido íntegra y animada en esta época tan oscura de mi vida. En realidad es una protectora prácticamente exclusiva de perros, pero también se encarga de buscar adoptantes para todo lo que se encuentran sus voluntarios (gatos, aves, roedores y hasta conejos). 

Muchos me advirtieron que siendo como soy una persona tan sensible y dada a las lágrimas me estaba metiendo en la boca del lobo, y ciertamente no me he librado de ser partícipe de historias tristes o de momentos dolorosos con algunos perros. Casos de abandono, malos tratos e incluso intentos de asesinato contra algunos de los animales siguen horrorizándome. 

Tres de una camada de cinco cachorros que fueron
tirados en una bolsa de basura. La de atrás es "Trufa",
una pastor alemán de las más veteranas

Pero por el momento los buenos ratos compensan, y mucho. 

Hasta que llegué allí no podía creer que la raza canina fuera capaz de destilar tanto afecto por naturaleza, pero lo hace, y lo manifiesta de formas increíbles. Incluso cuando eres un completa desconocida. Es decir... ¡se pelean literalmente por tu atención! Hay más de 80 perros en la protectora, y es imposible estar por todos, pero ellos hacen lo posible por que les dispenses mimos exclusivos a cada uno. De hecho las pocas veces que he visto alguno pelearse es por los celos que despierta que acaricies o beses a uno en particular en algún momento. Nunca he visto un mal gesto dedicado a una persona, solo roces tontos entre ellos que son puros y duros celos al ver que no estás exclusivamente por ellos. Increíble. 


La verdad es que la protectora está muy bien organizada. No es que haya estado en muchas, pero es algo que dicen a menudo muchos visitantes. Los perros están estrictamente separados por tamaños y si hay alguno que presente rifi-rafes con otro nos preocupamos por que no compartan recinto. Los pequeños y medianos están sueltos gran parte del día y la tarde, mientras los voluntarios están por allá, y los grandes salen por turnos (debido a su tamaño, es más probable que cualquier riña imprevisible les provoque daños). Reciben chequeos mensuales y se costea como sea puede cualquier operación o tratamiento que necesiten, especialmente los que entran enfermos por grave que sea. 

Romeo llegó a la protectora junto a su madre (Bella), ambos infestados de sarna

Meses después, está precioso, con su pelaje reluciente y una salud de hierro

El trabajo de los voluntarios consiste mayormente en limpiar y asegurarse que los animales tengan agua limpia y comida. De vez en cuando administrar medicación, cepillarlos o darles algún baño. Pero por supuesto la mayoría (entre los que me incluyo) intentamos acabar el tema de la limpieza lo más rápido posible para poder jugar con ellos. Sin duda la labor más grande del voluntariado en estos centros es hacerles compañía a los perros y darles cariño. Muchos de ellos están apadrinados y sus padrinos vienen a darles paseos y mimos, pero nunca hay cariño de más jeje.

"Mili", recién castrada, con la campana para que no muerda los puntos

Una de las causas de que tanto protectoras como perreras estén tan saturadas es permitir que los perros procreen sin control. De modo que en todos estos lugares una medida estándar es castrar a las hembras, a las jóvenes cuando comienzan con el celo y a las adultas cuando entran y no son reclamadas tras un tiempo prudencial. La operación es más o menos sencilla y se recuperan en pocos días. Algunos machos "problemáticos" o muy dominantes también pueden castrarse para reducir su agresividad. 

A "Bambú" le cortaron la oreja, a todas luces como maltrato. Y sin embargo
no hay perra más dócil y cariñosa que ella. Es una de mis favoritas.

La historia de estos cachorros conmovió a todo el pueblo. Son una camada
de nueve (solo quedan tres sin adoptar). Su madre, "Greta", una cruce de podenco,
consiguió mantenerlos vivos a todos cazando conejos para seguir produciendo
leche. Tuvo que ser operada de mastitis, pero ahora está maravillosamente

"Telma" es la que queda de dos hermanos (el otro, "Louis",
fue adoptado hace años). Una de las perras más grandes,
enérgicas y cariñosas de la protectora

"Sultán", adorable donde los haya

"Fauna" fue adoptada y devuelta por ser demasiado miedosa. Con nosotros es
muy cariñosa...

Es triste ver que se abandonan tantos perros. Actualmente la protectora está saturada y hay hasta lista de espera para entrar. Los perros que se encuentran y no pueden llevarse directamente a las instalaciones se quedan temporalmente en casa de los voluntarios. El verano es una época de entrada masiva, cuando muchos se deshacen de sus mascotas durante las vacaciones. No hay una sola semana donde no haya una nueva incorporación, y es lamentable tanto como reconfortante por saber que al menos han encontrado quien los cuide.

Siempre se apuesta por las adopciones responsables, y no a todos se les permite llevarse algún perro. Antes se pregunta la intención que se tiene con el perro, dónde vivirá, e incluso se permite una semana o dos de prueba para ver si se adapta a su nuevo hogar.

"Penny" era el más anciano de la protectora. Fue adoptado
hace unos pocos meses y, por lo que vamos sabiendo, es
muy feliz

En resumen, que vale y mucho la pena el esfuerzo. Vale la pena cuando viene a recibirte con tan genuina alegría. A algunos los he visto crecer desde cachorros, y a muchos no puedes evitar sentir una mezcla de alegría y tristeza cuando finalmente son adoptados por familias que seguramente los querrán con todas sus fuerzas.

Suerte, pequeños.


viernes, 12 de septiembre de 2014

Se abre la veda micológica: ¿pagar por recoger setas?

Se abre la veda micológica: ¿pagar por recoger setas?

FUENTE: http://blocs.xtec.cat/5escolamisericrdia/files/2010/11/800px-rovellons-esclata-sangs.jpg

Llega la época de la recogida de setas, y con ella la polémica que lleva arrastrando en los últimos tiempos por la exigencia de algunos municipios de pagar una tasa por buscar los tan preciados hongos en sus términos municipales. 

Hay municipios como Mosqueruela (Teruel) donde hace años que se debe pagar para recoger setas en el monte, pero en el último par de años gran cantidad de municipios de la comarca del Maestrazgo se han unido a dicha iniciativa (Tronchón, Fortanete, Cantavieja, etc.). Lo mismo ha sucedido en otras zonas de España e incluso en Baleares. 

El problema que ha motivado esta serie de medidas viene mayormente por el arrase masivo que han sufrido algunos montes en los últimos años. La recogida de setas parece más popular ahora que nunca y no es de extrañar que no haya ni una sola hectárea de monte o una pista forestal en la que se uno no se encuentre con otro buscador o coche de "rovelloneros". Se trata de especies de rápido crecimiento y que, en principio, pueden brotar en lapso de pocas semanas.

Sin embargo las malas prácticas dificultan este progreso natural y a la vez impactan en el medio circundante. Si a esto le añadimos una afluencia masiva, e ahí la razón. Últimamente se oyen casos de grupos de gente que bajan sistemáticamente en furgoneta, peinan el monte sin ningún cuidado, y se llevan todas las setas para venderlas por kilos en las ciudades. 

FUENTE: http://www.menorca.info/resources/archivos/2010/11/2/128873071877520-3coldn.jpg

Cosas básicas como llevar cestas de mimbre para permitir el esparcimiento de esporas y cortar las setas, NUNCA arrancarlas, no son practicadas por todos. Además, la entrada de coches donde no deben, la cantidad de basura dejada y otros destrozos empobrecen un ecosistema que los municipios, en ocasiones de poco más de un centenar de habitantes, no pueden permitirse subsanar. 

Quien crea que la tasa por pagar setas es abusiva y que "el monte es de todos y por ello debería poder hacer lo que quiera", debería ponerse en lugar de los pueblerinos. Personalmente he pasado mucho tiempo en el municipio de Fortanete, con muchísimas hectáreas de pinar que se llenan de buscadores en el puente de octubre y fechas colindantes, y es lamentable ver el estado en el que quedan algunas partes más transitadas de bosque por el arroje de basuras o las prácticas poco respetuosas con el medio ambiente. 

Una que me da especial rabia es la manía de "reventar" a patadas todas las otras setas que no son recogidas, por desconocimiento o por no ser comestibles. ¿Es esto necesario?